A día de hoy, el embalaje para productos farmacéuticos puede hacerse sin perjudicar el medioambiente. De hecho, cada vez son más las industrias farmacéuticas que apuestan por crear una imagen de marca más limpia usando embalajes sin residuos contaminantes. Estos sistemas permiten agrupar sin problemas diferentes artículos. Por este motivo, también se usan en otros ámbitos, como en los sectores de la nutrición o la cosmética.
Factores a valorar cuando se utilizan embalajes sin plásticos
Las soluciones que permitan embalar productos cosméticos, farmacéuticos, sanitarios, higiénicos o médicos han de tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, es fundamental cerciorarse de la calidad de los embalajes. Se trata de artículos que van a ser utilizados de forma personal o ingeridos. Por lo tanto, la limpieza del proceso debe ser absoluta, de la misma forma que resulta esencial la unión necesaria de los packs de productos para impedir que se pierdan partes o que se extravíen durante el transporte.
Teniendo en cuenta la enorme importancia de que los objetos lleguen al consumidor final en perfectas condiciones, no es difícil extrapolar sus usos. Desde luego, estos sistemas para el embalaje de artículos se han usado a lo largo de los últimos años para otro tipo de transportes (sobre todo, para los alimentos). Sin embargo, algunos productos farmacéuticos o cosméticos son incluso más delicados, pues contienen frascos de cristal o tienen que conservarse a la temperatura adecuada.
Tras asegurarse la calidad de los envoltorios y el respeto por las necesidades que tenga cada producto, la apuesta por este tipo de envasado ha de pensarse en diferentes términos. Entre ellos, destacan la utilidad y la rapidez, los beneficios económicos y medioambientales y, por último, la imagen de marca y el crecimiento económico real.
Utilidad y rapidez
Sin lugar a dudas, estos sistemas de embalaje son mucho más rápidos que la acción humana. Con la compra o el alquiler de máquinas especializadas para elaborar estas tareas, se ahorra en personal y se consigue un resultado mucho más exacto. Sin embargo, no solo afecta a estos aspectos, sino también a los procesos últimos antes de llegar al consumidor final. Al conseguir empacar de forma más rápida el producto, este puede viajar antes hacia el consumidor final, en mayor cantidad y dentro de un mismo espacio.
Ventajas económicas y medioambientales
Estos sistemas logran reducir de forma considerable el uso de materiales y su peso. Por otra parte, se ofrece la posibilidad de eliminar por completo el plástico, aunque también hay empresas que, a pesar de disminuir su empleo significativamente, lo siguen usando en pequeñas cantidades. En cualquier caso, se utiliza mucho menos material para el mismo embalado. Esto repercute en lo que ocupa el producto en paquetes finales y en lo que pesa. De esta forma, se ahorra también en combustible y en transporte, ya que viajan más productos a la vez.
Imagen de marca y crecimiento empresarial
Aunque cada vez son más personas y profesionales los que se preocupan por el medioambiente, los empresarios han de mirar por sus beneficios. En este sentido, cuidar del planeta con un embalaje para productos farmacéuticos libre de plástico es muy rentable. Para comenzar, por ética. Para seguir, porque muchos clientes intermediarios (farmacias, por ejemplo) y finales (consumidores) verán una preocupación por parte de la marca y la elegirán. Además, la personalización permite vender el producto como se desea.
Pasos a seguir al elegir un embalaje para productos farmacéuticos
Todos los embalajes pueden disponer de publicidad que se adapte a los deseos de cada empresario. No cabe duda de que, si se aprovecha el propio empaquetado para realizar publicidad de la marca, se están optimizando los recursos al máximo. No es una publicidad anexa que el cliente deba tomar, sino que se la llevará sí o sí al adquirir el producto. Por lo tanto, es una forma perfecta de llegar al consumidor final, que es realmente el que posibilita que las ventas se disparen.
Para conseguir que este proceso se haga de la mejor manera posible, hay que intentar centrarse en el público receptor. La inmensa mayoría de las compañías farmacéuticas y cosméticas saben perfectamente cuáles son sus clientes. Por lo tanto, esta mercadotecnia ha de enfocarse en ellos. Además, al estar colocada en el propio envase, se va a crear una imagen de marca completamente personalizada, la cual se muestra hasta en su envase como marca propia, con carácter, personalidad y confianza.
¿Por qué es recomendable automatizar los procesos de embalajes?
Es importante apostar por la automatización de los procesos de embalaje para garantizar la rapidez y el trabajo bien hecho. Es normal que una persona se equivoque alguna vez al hacer paquetes de productos farmacéuticos. Sin embargo, un error de este tipo con dichos artículos puede ser muy peligroso. Este riesgo se elimina completamente con la automatización, la cual, además, permite un trabajo mucho más exacto, crea mucho menos gasto y posibilita un ahorro y una eficacia considerables.
El control de los embalajes para productos farmacéuticos o del sector cosmético sí debe estar realizado por profesionales. Asimismo, después de iniciar su uso, debe considerarse una comparativa de los recursos usados, de los gastos producidos y de las mejoras obtenidas en el resultado final. Sin duda, las conclusiones de este estudio mostrarán lo interesante que resulta la automatización de los procesos de embalaje. Por último, es aconsejable que, en el caso de que se hayan alquilado las máquinas, se pueda proceder a la compra de estas.
En definitiva, está claro que, en la actualidad, el embalaje para productos farmacéuticos ha cambiado de forma notable. Si bien se usaban estos sistemas de envasado para artículos relacionados principalmente con la alimentación, los farmacéuticos también se han visto beneficiados por sus ventajas. Reducen el plástico, agrupan mejor el género y proporcionan una imagen de marca mucho más atractiva y personalizada. Por eso, resulta un sistema muy útil tanto para la mercancía frágil como para la que no lo es, pues contamina menos y ahorra dinero, tiempo y costes de transporte.